Autores: Camilo M. Botero, Juan A. Cabrera
El gestor ecosistémico de playas no solo debe conocer biología, sino también las interrelaciones entre especies. Las playas son criptosistemas y fenosistemas; es decir, tienen interconexiones invisibles en los sedimentos y procesos dinámicos, además de elementos visibles como la vegetación y fauna. Un gerente de playas debe aprender a ver lo invisible detrás de lo visible para entender el sistema integralmente.
Es esencial que el gestor ecosistémico conozca las especies presentes en la playa, identificando cuáles son autóctonas y cuáles invasoras. Por ejemplo, la uva caleta es una especie autóctona, mientras que el césped no pertenece al ecosistema de playa y puede ser perjudicial. Si se encuentra una planta invasora, se deben tomar medidas para erradicarla, ya que puede afectar negativamente a las especies nativas.
El gerente de playas debe ser capaz de comunicarse con especialistas de ciencias biológicas y entender los informes de monitoreo ecosistémico, por ello la importancia de su formación en esta área. La gestión ecosistémica requiere involucrar también a otros profesionales, como geólogos e ingenieros ambientales, que podrán complementar la visión del ecólogo de zonas costeras.
Por su parte, la formación del gestor ecosistémico debe enfocarse en desarrollar habilidades prácticas en campo, pero también contar con la capacidad de realizar análisis con datos de las especies que identifique. Este enfoque integrador le permite ver el sistema en su totalidad y tomar decisiones basadas en datos científicos.
En cuanto a los servicios ecosistémicos, es crucial entender que la playa no es solo un espacio recreativo, sino un ecosistema que brinda servicios esenciales como protección costera, soporte de biodiversidad y aprovisionamiento. Una duna bien conservada, por ejemplo, disipa la energía del viento y protege contra huracanes.
El concepto de servicios ecosistémicos destaca la importancia de mantener el equilibrio entre el funcionamiento natural del sistema playa y las actividades humanas. Modificaciones indebidas pueden afectar negativamente estos servicios esenciales.
En resumen, el gerente de playas debe ver
la gestión ecosistémica desde una visión holística e integradora del sistema
playa. La gestión ecosistémica debe superar las barreras disciplinares de las
ciencias de la vida, para trabajando en equipo con especialistas de otras
áreas, en especial de ciencias de la tierra, ciencias del mar e ingeniería
ambiental, para asegurar la conservación y sostenibilidad del ecosistema
costero.